Si bien los humanos tenemos la facilidad de excusar cualquier cosas que no queremos hacer, ya sea por no saber o por simple pereza, no faltan las dificultades en todos los procesos que se llevan a cabo, esos pequeños detalles que complican de algún modo lo que se esta haciendo, esos detalles molestos que implican atrasos y mala atmosfera, siempre estarán presentes en algún momento, pero esas dificultades si las aprovechamos bien, podemos transformarlas en oportunidades, esa es la verdadera dificultad, que no sabemos cómo enfrentar esos problemillas, y es allí donde se ve la grandeza del emprendedor, en su capacidad de enfrentar las dificultades de no dejarse vencer y trasformar toda la situación en algo positivo para crecer y fortalecer la empresa.
Para un emprendedor, al caer solo queda levantarse y al hacerlo se puede hacer con gracia y garbo!
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